martes, 17 de julio de 2012

Midnight City


Hecha por mi

La oscuridad del bosque se empezaba a ceñir sobre las desenfrenadas pisadas que daba, quería huir de aquello que me atrapaba. Mis pulmones soltaban mi vaho cada vez más lento y mis piernas flaqueaban, a la distancia observe un buen lugar de cobijo. Tras un último aliento llegue a ese entramado árbol de cálida madera. Mi mirada se aclaraba con la llegada de la noche. Nunca me pregunte por qué nací así, a veces ser especial no es nada malo, pero debía de huir de aquello que ahora me buscaba en mi lúgubre habitación de laboratorio. Mis pasos llegaron tan lejos como pudo marcar el destino, uno de mis largos días en los que vagabundeaba me encontraba en un prado, donde mis dedos podían rozar la libertad y el viento darme una historia que contar. Me aloje varios días en un granero apartado jugando con mis poderes y descargando mi furia contra la vida en sus extraños objetos que aguardaban a que alguien los buscará. Mis noches pasaron volando porque el brillar de mi mirada quería llevarme adonde no se apagará nunca. Al llegar a la ciudad fui adonde mis ojos no pudieran alcanzar, al edificio más alto de la jungla de metal, la ciudad. Cuando conseguí llegar a lo más alto me esperaba un cálido atardecer que acallaba todos los silencios de la ciudad. Al segundo mis ojos se juntaron a la caída del sol y brillaron al compás de la salida de la luna. 

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