El último soplo de verano

Cada vez queda menos para decirle adiós al Sol, a la playa, al dormir y al disfrutar de tiempo libre. Se que estamos en Septiembre pero aun por las islas el maravilloso gigante del cielo deja notar su presencia. Cada día me levanto con más ansias de tomar rayos de Sol para guardarlos en mi despensa, ya que en invierno escasean. Parece que el verano no sacia mis ganas de diversión y mis horas de descanso. Así que el los últimos momentos apuro más esos días que me quedan. Allí me encontraba yo frente al balcón levantando mi cabeza al cielo, apoyando mis manos en el muro para poder elevarme lo mas alto posible y captar los últimos rayos y para oler la brisa del mar. Pero todo mi ser quería captar el último soplo de verano. Me deje llevar por la tenue brisa, por el roce de los rayos del Sol en mi piel y por el olor salado del mar y levante los brazos hasta poder sujetarme de las nubes. Todo tiene un principio y un final, pero lo único que me reconforta es el que verano siempre estará ahí y ya lo espero con ansias aunque aun no haya acabado del todo. Pero el estar sentada frente al Sol y el cielo azul con una mirada de tristeza por su ida, hace que quiera que yo sea la brisa de Verano que recorre playas, amaneceres y atardeceres, acantilados, tardes de risas y noches estrelladas. Quiero perderme en el último soplo de verano para encontrar la esencia de su corta presencia y permanecer en mis días de inocencia.